La
tierra, en su larga vida, ha mantenido siempre una especie de escudo energético,
un campo magnético, que toma su fuerza de la lucha entre el núcleo de hierro sólido
y del mar de hierro liquido que lo rodea en el centro del planeta.
Afortunadamente
persiste, a pesar de que en los muchos siglos de existencia va fluctuando en
cuanto a su potencia, ya que es el encargado de desviar la constante lluvia de partículas
cargadas que intentan bombardearnos desde el universo, y muy especialmente las
que desde nuestra estrella se envían cada vez que hay una tormenta solar.
Como
buen campo magnético, es dipolar, y tiene sus dos correspondientes polos, el
norte y el sur, que graciosamente no son coincidentes con los polos geográficos
de nuestro mundo (en realidad el polo
norte magnético está al sur del planeta, pero por convencionalismo y para no
producir errores se designan al revés para que sean coincidentes con los
marcados en los mapas, que se refieren a los geográficos, no a los magnéticos) y a lo largo de los años se van moviendo de
forma cíclica hasta llegar a invertirse, cosa que denota la polaridad de los
elementos magnetizables de los distintos estratos de la corteza terrestre. Desde hace ya muchos años los científicos
conocen esta peculiaridad.
La
primera vez que conocimos su posición exacta fue gracias a James Ross, que lo
encontró allá por 1831. Posteriormente a esta fecha, nadie intentó llegar de
nuevo a él hasta el siguiente siglo, en 1904, y se topó con la sorpresa de que
no estaba allí donde lo había encontrado el buen Ross. Amundsen, que fue aquel
viajero, pudo comprobar que se había desplazado unos 50 kilómetros desde
la datación anterior.
Actualmente,
se calcula que el polo norte se está moviendo a una velocidad de entre 10 y 40 kilómetros por año
por tierras canadienses en dirección a Siberia, por lo que en pocas décadas es
previsible que abandone temporalmente las tierras norteamericanas.
Por
eso, cada vez que lo encontramos, al poco lo perdemos.
Es
como lo que le pasa a mucha gente… que pierden el norte…
Cuando
votamos, creemos que lo hemos encontrado, y al poco nos damos cuenta que otra vez
lo hemos perdido…
Un
fiscal anticorrupción que defiende a una infanta corrupta, un partido que tiene
que ser expulsado de una causa contra un corrupto por actuar como defensa, un
presidente del gobierno que solo gobierna para los poderosos y confía
plenamente en todos los que posteriormente se descubre que se lo están llevando
crudo, un ministro de interior que legisla contra las libertades del pueblo y
persigue a los sin nada, que pone rejas al campo para que no nos entren “ilegales”,
unos presidentes autonómicos que se corrompen o dan cobijo a corruptos, un
ministro de economía que vende la burra de que España es el motor de Europa, un
ministerio de sanidad que privatiza el sistema y niega tratamientos a enfermos
que morirán sin los mismos, un ministerio de hacienda que perdona a los que
defraudan, un ministro de industria que se somete a los intereses de las
petroleras, el banco malo y los bancos malísimos, los que se pliegan a
intereses ultranacionales, los que se olvidan de los intereses nacionales, los
que salvan ladrillos y derrumban familias, los que venden lo publico, los que no
ven la pobreza infantil y si la obesidad, los que limosnean en las iglesias y roban fuera de ellas, los
pedófilos, los violentos, los que no ven a la mujer como igual, los empresarios
con beneficios que no reparten, los políticos en general, los policías que solo
padece cuando van de paisano, los que ven en el color de piel diferencias, los
que desprecian al colectivo LGBT, los que se escudan en el “y tu más”, los que
cortan cabezas de rehenes y los que bombardean niños, los que secuestran, los
que torturan, los violentos físicos y también los psíquicos, los que desahucian
a las personas, los que se enriquecen con la pobreza de otros, los que
justifican estas atrocidades, todos estos y algunos más, …han perdido el norte.
Otros,
lo encuentran siempre que lo buscan.
Las
ong’s que luchan contra el ébola, la enfermedad y las injusticias, Caritas,
Cruz Roja, los que mantiene comedores sociales, los que paralizan los
desahucios, los que protestan ante la injusticia, los indignados, los enfermos
que reclaman sus tratamientos, los antiviolencia, los que cumplen con sus
obligaciones fiscales, los que no discriminan y no justifican la discriminación,
la buena gente de la que está el país lleno, los que confían en un mejor
futuro, los que lo pelean, los que no se someten, los que protestan, los que
ayudan con lo que pueden y a veces con lo que no pueden, los que participan,
los que acogen, los que salvan vidas aun arriesgando la suya, los que informan
de verdad, los que no manipulan, los que se arman con la palabraa y no con las
pistolas, los que defienden derechos y no los destruyen, los que colaboran,
estos y muchos otros, …estos saben donde está, no lo pierden de vista ni un
momento…
Es
de agradecer…
Estos
últimos son los que nos sirven de brújula, los que se empecinan en marcar el
norte, los que nos marcan la dirección en la que movernos… sin perderlo de
vista.
Estos
son los que deberían gobernar (gestionar)
el país…
Jose
Ramiro, bloguero
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