Hartazgo

Hace algunos años, fruto de la más absoluta casualidad, estuve relacionado con un negocio de hostelería que incluía dos negocios en uno. Por una parte era un restaurante de bastante nivel y por otra, como complemento, tenia adosado, compartiendo local, personal e instalaciones una cafetería con música.

Recuerdo, que a la hora de tramitar la apertura, el ayuntamiento exigió dos licencias de apertura separadas, a pesar de lo mucho que pudimos insistir de que se trataba del mismo negocio, de la misma empresa, en el mismo local, con la misma gerencia y el mismo personal, que compatibilizaba su horario laboral, ora en el restaurante, ora en la cafetería.

Pues aunque si pides una licencia para abrir un hotel, todas las instalaciones se suponen pertenecientes al mismo, en aquel caso, decidieron que eran necesarias dos licencias separadas, una por el restaurante, y otra por la cafetería, que al disponer de un sistema de sonido, requería licencia de bar con música (y sin cocina, lo que impedía, cumpliendo normas, incluso dispensar desayunos...)

Recuerdo aun la exigente normativa de aplicación en esta segunda licencia, en cuanto a aforo permitido, salidas de emergencia, ancho de los pasillos, sistemas contra incendios, eliminación de barreras arquitectónicas, rampas de acceso, servicios especiales para minusválidos, ignifugación de todo lo que estuviera dentro del local, certificación de las telas utilizadas en las tapicerías, puertas cortafuego… sin contar con el acoso de la SGAE para que se pagara por cada disco reproducido en el local o por cualquier video emitido en los monitores con los que estaba dotada la sala. Era un local, este del que hablo, que con mucho soportaba a unos 90 clientes en su interior...

Tras un penoso proceso, que se inicia en la redacción del proyecto, y tras dos años de inspecciones, controles y expedientes, siempre previo pago de las licencias respectivas aun cuando no es seguro que la concedan, finalmente la crisis acabo con el negocio antes de conseguir su concesión.

No me parece mal ese nivel de exigencia, que en España es mucho mayor que en otros países de nuestro entorno, pero me parece un despropósito la demora en la concesión y el complicadísimo protocolo de su conseguimiento.

Comprendo que era una empresa pequeña y poco importante la que hacia la solicitud, pero en ese mismo plazo de dos años, pude presenciar la apertura "con todas las de la ley" y en tiempo record de locales en los que la aplicación de la normativa era cuando menos de dudoso cumplimiento.

En Madrid, el ayuntamiento, por boca de no se quien, dice que un local de propiedad municipal no requiere de licencia de apertura...

Vamos a ver: la licencia de apertura, engloba dentro de ella la necesidad de cumplir de forma absoluta las medidas de protección para con el usuario, cumplir normativas de policía, bomberos, arquitectónicas, de adaptación a personas con minusvalías, de evacuación, de cumplimiento de ciertas calidades en los materiales usados y un sin fin de cosas más. Todos los locales de uso publico deben cumplir esas normas. ¿Los ayuntamientos se libran?

Claro, como la gestión de aperturas la hacen ellos, pues pasan la mano, no como cuando es un particular o empresilla quien  quiere montar un negociete que de de comer a algunas familias…

¿9.600 personas?

Pues se han lucido. El incumplimiento manifiesto de las mas elementales normas de seguridad en el Madrid Arena, se ha llevado por delante la vida de unas cuantas jóvenes muertas por aplastamiento, jóvenes que cambiaron contra su voluntad una noche de fiesta por un verdadero drama familiar. No quisiera estar en el pellejo de esos padres.

Uno de los dos vomitorios abiertos. el de la tragedia...

La Delegada del Gobierno, tan preocupada por la seguridad de sus señorías en las populares manifestaciones que rodearon el congreso en estos últimos días no ha hecho ni amago siquiera de preocuparse por la seguridad de 20.000 jóvenes encerrados en un recinto que en principio no debía albergar mas de 10.000, donde los vomitorios de seguridad estaban cerrados (he oído que de nueve existentes, solo estaban habilitados dos). Cuando menos es curioso que en una "manifestación" aunque festiva y no de protesta, mucho mas populosa, siempre según las cuentas de la señora delegada que las que rodearon el congreso y que ella cifraba en unos cientos de personas (en el conteo mas favorable dijeron que éramos unos seis mil) no haya unos miles de policías, como los que hizo formar frente al congreso de los diputados.

Claro, que en su defensa, (tiene salidas para todo la Sra. Cifuentes, incluso para justificar la perdida de su marido, que no sabe donde lo dejó) alegará que esa competencia no es suya, que es de la policía municipal…

También es sorprendente que en un caso como este, donde se pierden vidas, la justicia no sea un poco más rápida y al menos detengan a algún “presunto” responsable.

Recuerdo que en la primera manifestación en el congreso detuvieron a treinta personas acusadas de un delito contra las instituciones del estado (afortunadamente la lucidez de un juez impidió el abuso de poder del Ministro del Interior y de la delegada del gobierno en Madrid) (dicen que la policía tenia instrucciones de detener al menos a trescientos manifestantes, como escarmiento colectivo por la osadía de protestar por la ilegalidad e las medidas del gobierno), y sin embargo aquí...

Claro, el local es de propiedad municipal y la organización del evento de una empresa de juego muy consolidada, y para ellos, como para Adelson las leyes no deben funcionar igual, no son las mismas, se hace la "vista gorda" ante las muchas veces ilícitas actuaciones… 

Harto de corruptelas que cuestan vidas, harto de abusos de su posición de poder, harto de la grandeza de estos fachas que responsabilizan a los padres de las victimas de la muerte de sus hijos por permitir que vayan a un concierto, harto de empresas que se lucran en el robo y el abuso, harto de un estado policial que solo se preocupa de sus señorías, harto de delincuentes que se van de rositas, harto de ministros que rompen el derecho a la defensa de los ciudadanos, harto de recortes que solo afectan el que no se puede defender, harto de una alcaldesa inútil "colocada" por su marido en ese puesto y que nadie ha votado, harto de sus declaraciones y de sus actos, harto de sus visitas a la peluquería con dos vehículos oficiales y sus escoltas, harto de peras y manzanas... Harto.

La Fiscalía, que evidentemente no lo hará, debiera ser tan ágil como lo es con los manifestantes, solicitar del juez de turno la prisión preventiva de los posibles responsables de estas muertes, o... no, estos también terminaran paseándose entre los familiares de las víctimas, sonriendo altivamente con actitud de que saben que a ellos, no les pasara nada, que nadie reclamara por las vidas perdidas, que los millonarios seguros terminaran, dentro de unos años, cuando por fin los procedimientos judiciales estén a punto de condenarlos, y siempre que las familias puedan con las excesivas tasas judiciales impuestas en los recursos, ya que la empresa responsable sin duda recurrirá cualquier sentencia desfavorable, llegando a un acuerdo con los familiares de las víctimas, y mientras, nadie quitara el sufrimiento de esos padres, de los amigos de las victimas, del pueblo, que llora de impotencia ante tanta injusticia.

Harto.

No es el caso solo de Madrid.

En la geografía de esta España medio rota crecen ejemplos de estas actitudes como si de setas se tratara.

Empresas que defraudan, gente que prevarica, políticos corruptos, políticos incompetentes, delincuentes con autorización del estado, ladrones, evasores del dinero del contribuyente, amiguismo y nepotismo, favores bien pagados, puestos diseñados a medida de sus candidatos, jueces que no juzgan, procedimientos eternos y caros, indefensión, defensores del pueblo que no lo defienden, fastos y boatos pagados con el dinero de todos, viajes en primera clase, almuerzos de cinco tenedores, abuso...

Muy harto...

¡¡BASTA YA!!

Jose Ramiro, bloguero