Soy Tauro, y muy a mi
pesar, (como siempre defiendo, no creo en brujos, adivinos, lectores del
porvenir, echadores de cartas, astrólogos y otras gentes dedicadas a estafar la
buena fe de sus iguales) tengo que reconocer que hay algunas características
que comparto con otras personas de mi mismo ascendente zodiacal,
Llamémosle casualidad...
Dicen de todos los Tauros que
somos gentes de gran corazón, cabezones, críticos con nosotros mismos y con
quien nos rodea, trabajadores incansables, altruistas, muy amigo de sus amigos,
fieles ante cualquier tesitura, fácilmente irascibles, capaces de mantenernos
en la sinrazón aun siendo conocedores de estar errados, tremendamente
luchadores cuando se trata de mantener nuestra opinión en cualquier discusión.
Son las cosas de las
estrellas...
Últimamente, se ve que con
los años, esa actitud luchadora va bajando de intensidad, y con más facilidad
que en épocas anteriores soy capaz de dar mi brazo a torcer.
Cuando veo pasar cosas
como las de Galicia o el País Vasco, donde tras el despropósito de medidas del
gobierno popular (popular de nombre, que si para alguien gobiernan no es para
el pueblo) y vuelven a renovar su numero de votantes, cuando veo lo que dicen
las encuestas en Cataluña, donde el PP vuelve como mínimo a conseguir sus
mismos escaños, contra lo que debía ser mi actitud racional y mantenerme en la
mas severa indignación por esos resultados, empiezo a aceptarlos como algo
natural.
Me decía mi padre, sensato
siempre el, que cuando todos dicen lo contrario que tu, es que no tienes razón.
Todos los demás no pueden estar equivocados…
Pues eso, empiezo a creer
que la razón la tienen los votantes del PP, que piensan y se creen que ese
partido es el único capaz de sacarnos de esta.
Es evidente, que los
recortes sociales, que nos perjudican severamente a todos los españoles (bueno,
a todos no, las clases altas, los ricos, los banqueros, los empresarios de
cierto éxito, los ladrones, los prevaricadores, los que trafican con sus
influencias, los especuladores, los familiares y amigos del alma de los
políticos de ese partido que nos gobierna, los que han derrochado los fondos
públicos, los ejecutivos de bancos que ahora dicen que no saben de números, los
consejeros y asesores nombrados a dedo, los enchufados, y demás gente de buen
vivir, estos, estos no están perjudicados) son los necesarios para sacarnos de
la crisis.
Es evidente, que facilitar
una educación sexista y de clases, una educación para ricos y otra para pobres,
prepara mejor que cualquier otra formula a las nuevas generaciones de españoles.
Es evidente, que los
recortes en sanidad están pensados para que se nos mueran los enfermos en vez
de sanarlos y disminuir el coste social que significan las camas ocupadas en
los hospitales y para conseguir que aquellos inmigrantes que durante los buenos
tiempos nos dieron su salud, acometiendo trabajos indeseables para el común de
los españoles no se aprovechen de un sistema sanitario universal y gratuito.
Es evidente que la reforma
judicial esta encaminada a evitar los abusos que hacían los pobres de los
juzgados, y evitar que instancias superiores tengan que trabajar. Que cuando un
juez sentencia se discuta su veredicto, es sin duda una aberración de esta
sociedad que por no creer, no cree ni en la infiabilidad de los jueces.
Es evidente que las
subidas descontroladas e impulsivas de impuestos están de lo más indicadas,
sobre todo cuando se tocan impuestos poco solidarios, como el IVA, ya que de
esa forma, la subida ataca a todos los bolsillos y no solo a los de los que los
tienen llenos de billetes, que sin duda seria injusto
Es evidente que el indulto
fiscal a defraudadores y especuladores, a ladrones y traficantes es por el bien
de todos... ellos.
Es evidente que el que
esta equivocado soy yo.
Son demasiados como para
no tener la razón de su parte.
Cuando empecé a escribir
en este blog, asumí un papel de superhéroe de las letras que casi cada día intentaba denunciar el abuso,
los despropósitos, el aprovechamiento ilícito de nuestros pocos recursos por la
clase dirigente, el gasto innecesario en infraestructuras poco o nada
necesarias, las injusticias, el dolor de la violencia machista, el nepotismo de
la clase gobernante, el enchufismo y el amiguismo, la prevaricación y el
trafico de influencias.
Me alcé en defensor de
unos ideales que entonces, como hoy, creía justos, pero el tiempo me va
demostrando que los superhéroes son solo personajes de fantasía, que esto no
funciona así, y que cuanto peor sea un gobierno para sus gobernados, pues mejor
le irá.
No importa que en realidad
sean los causantes de nuestras desgracias, que hayan sido creadores en su papel
de saltimbanquis políticos de burbujas que nos han explotado en la cara, que se
amparen en una falsa herencia recibida, que sigan favoreciendo al capital por
encima de lo humano que nos estén haciendo retroceder a un tiempo que solo
puede traer malos recuerdos, que hayan roto la igualdad social y la protección
del estado para con las personas, que defiendan el interés (y los intereses) de
los ricos y que sus medidas condene a la miseria, la desigualdad y el hambre.
Seguirán consiguiendo mayorías y gobernando desde la impunidad…
Definitivamente, debo
tirar la toalla. El
papel de defensor ante las maldades políticas no tiene sentido.
Cuando alguien se esta
ahogando, es frecuente, que en su angustia, arrastre al posible salvador al
fondo del mar…
Hoy España esta llena de
gente ahogándose, y esa angustia que se respira en nuestras calles, en nuestros
pueblos y ciudades, nos lleva a potenciar el voto a aquellos que nos castigan,
a aquellos que se aprovechan de nuestra angustia, a aquellos que sin pensar mas
que en su bien propio y en el de sus recomendados, amigos y pagadores legislan
contra toda la sociedad, destrozan el estado del bienestar, hunden nuestro país
en la miseria social y aun así, renuevan mayorías, y consiguen que multitud de
personas aun perjudicadas por sus medidas, sigan votándolos y encumbrándolos en
el poder… La angustia del ahogado nos hunde cada vez más
Si, seguramente, esa
mayoría tiene razón y el equivocado, como decía mi padre, sea yo…
Hoy, 25 de noviembre, es
el día internacional contra la violencia de género, pero las elecciones
catalanas ocultan la terrible realidad que se esconde tras los recortes
gubernamentales en ese aspecto. Un número de victimas creciente casi cada día,
queda oculto tras el velo político de los dineros y las ansias de poder…
Sigo indignado, no lo
puedo evitar, sigo cabreado contra la irracionalidad de los españoles, o quizás
no es cabreo sino impotencia lo que siento, pero empiezo a perder fuerzas…
A mi edad, los papeles de
superhéroes se hacen grandes… muy grandes…
Jose Ramiro, Bloguero
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