viernes, 14 de septiembre de 2012

Los viernes de dolores



Un viernes más, termina el consejo de ministros con esas noticias a medias que están ya tan acostumbrados a darnos, verdades encubiertas en un cuidadoso envoltorio de mentiras y palabras inventadas, o cuando menos terminología poco usual, que pretenden decir lo contrario de las verdaderas intenciones ocultas tras los adornos.

Ya es costumbre que los viernes sean días de malas noticias, pero han ido mejorando en el arte de esconderlas, y la habitual comparecencia pasa sin que percibamos la realidad de las tragedias que esconden.

En los días siguientes, sobre todo después de una atenta lectura del Boletín Oficial del Estado es cuando tomamos conciencia de la mala conciencia de este gobierno, de su maldad y de lo poco que le importamos, de cómo siguen gobernando para los ricos y a golpe de decretos, saltándose normas y reglamentos democráticos e imponiéndonos una sociedad cada vez más injusta y clasista, de cómo vigilan sus compromisos para cumplir con Europa sin cumplir ninguno para con los españoles. Es cuando se desvelan las verdades verdaderas y cuando la indignación aumenta hasta casi hacernos reventar.

Pero ya estamos acostumbrados, después, una vez que pase el fin de semana, nos habremos tranquilizado, habremos asumido las nuevas “reformas” y ya casi nadie les prestará atención hasta la semana que viene, donde, como ya es rutina se repetirá el siguiente viernes de dolores.

Gallardón y su condena a perpetuidad
Esta semana, en un nuevo atentado contra las libertades y contra nuestra constitución, que no será la ideal, pero es la que tenemos mientras no se cambie y está para obedecerla y cumplir con sus premisas, acaban de imponer la cadena perpetua, eso si, escondida, como es usual tras un nombre raro y compuesto para que parezca otra cosa. La han llamado pena de prisión permanente revisable, y ya hasta un buen número de jueces se han pronunciado sobre su más que probable inconstitucionalidad.

No es que yo me quiera mostrar en contra de que asesinos, terroristas y maleantes varios deban cumplir penas de cárcel duras. Entiendo a los familiares de asesinados en actos de terrorismo y como no a los padres que han perdido sus hijos en manos de asesinos, sean jóvenes o no, y también a las victimas de la violencia de genero que no pocas veces (más bien muchas) termina con un caso de muerte violenta, solo es que la constitución no permite la cadena perpetua y solo un cambio constitucional podría avalarla.

La reforma eléctrica...
Otra de las noticias de hoy, habla de la reforma eléctrica donde resalta el aumento de los impuestos a las industrias generadoras de energía eléctrica, y otras medidas, que como siempre tendremos que esperar para poder leerlas en el BOE, y el “simplón” del Ministro Soria dice que espera que esta subida impositiva no se traslade a los consumidores… Desde luego, el reino de este hombre no es de esta tierra, ¡con qué ignorancia nos gobiernan!

Cuando compro, a un precio determinado manzanas o peras, (pongo este ejemplo para que lo puedan entender los que nos gobiernan desde las cercanías a su gran ídolo José María Aznar y su estimable esposa que de eso entiende mucho) le añado un margen comercial de digamos xx% y eso me da el PVP, que mas los impuestos será lo que paguemos por el kg de tan socorrida fruta. Pensar que la subida impositiva se contrarrestará con una merma de los ingresos de las productoras de energía es simplemente ingenuidad.

Por supuesto que no tardaran en repercutir en los recibos esa nueva carga y seremos los de siempre los que terminaremos pagándola.

Mientras tanto, el lince de la financiación, nuestro Ministro De Guindos se reúne con los mandatarios del dinero y anuncia públicamente nuevas e importantes reformas estructurales, de las cuales, asumo que esos gobernantes ya estarán informados y habrán aplicado los factores de corrección necesarios para que España pueda acudir a los fondos de rescate, habrán puesto las condiciones, (probablemente durísimas y perjudiciales para los habitantes de este país) de nuestra condena que, naturalmente, no conoceremos hasta que ya no exista la posibilidad de negarnos.

Cuando el gobierno habla de reformas estructurales, es para ponerse a temblar.

Una reforma, hablando de la construcción, que tan bien conocemos en este país, (gracias a su expansión desmedida y al afán de lucro de los bancos nos vemos hoy donde nos vemos) puede significar, por ejemplo reforzar los pilares de sustentación de una vivienda, o eliminar alguno de ellos que no se considere imprescindible para el sustento de la misma.

Así, es como se están haciendo las reformas sociales y legislativas en este tiempo, eliminando pilares que ellos no consideran básicos, como no consideran básico nuestro estado de derecho, rompen la estructura, deshacen la obra ejecutada, en el convencimiento de que sobra y es un gasto inútil, llevado a cabo por malos arquitectos del estado.

Esas reformas, traerán más recortes, más penurias y más descapitalización del estado, más asunción de deuda, tocaran las pensiones, recortaran aun más en sanidad y en educación, privatizaran todo lo que este en sus manos y empobrecerán aun más a nuestro ya pobre país y a sus gentes.

Tanta reforma terminara haciendo ceder los cimientos y el país terminará por derrumbarse, no económicamente, que esto  ya lo han conseguido ni laboralmente, que también, ahora están rompiendo la solidaridad, están potenciando las diferencias y con ello resurge un sentimiento separatista, de nacionalismos exacerbados, de sentimientos de clase, de lucha de poderes, que romperán la estructura social y autonómica de España.

Poco queda por tocar, el estado del bienestar ya es pasado, y el futuro pinta mal, aunque este escondido detrás de las mentiras y falacias que nos cuentan viernes tras viernes…Viernes de dolores. ¿Qué nos traerá el próximo…?

Duele, duele en el corazón la injusticia, duele en el bolsillo el encarecimiento desmedido de la vida y los impuestos, duelen los desahucios, los embargos y el desempleo, duelen los retoques de pensiones y jubilaciones, duelen las reformas sanitarias y las perdidas de derechos, duele que sigan enriqueciéndose unos pocos a costa de unos muchos, duele que los bancos signa dando beneficios mientras el gobierno socializa sus perdidas, duele que creen un banco malo donde se van a perder cantidades ingentes de dinero que también pagaremos entre todos, duelen las reformas judiciales que amparan los indultos de corruptos y penan la resistencia pasiva, duele el recorte de libertades y la censura, duele la privatización ideológica de los medios de comunicación públicos, duele y duele…Duele mucho…

Pronto, muy pronto, empezaremos a ver como en muchos y distintos lugares de nuestra geografía empieza a tomar forma una verdadera revolución, que solo parará cuando acaben los desmanes de esta gente.

Aunque, mucho me temo, que, aunque luchemos, encubierto en ese halo de secretismo y mentiras al que ya nos tienen acostumbrados, el mal, ya esta hecho…

Jose Ramiro, bloguero

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