viernes, 7 de diciembre de 2012

De raza brava...



Dicen y defienden los entendidos en esa especie de festival de sangre que son los toros, convertidos  a base de subvenciones, si no en todo en parte de la imagen de España, esa que tanto preocupa a nuestro gobierno, y que nos emperramos en destruir aquellos que peleamos contra sus injusticias, que lo que distingue a un toro bravo bueno de uno malo es la nobleza del animal. Entiendo que el concepto "nobleza" se usa como sinónimo de sometimiento, ya que se da por bueno al toro que acompaña a su matador en sus cabriolas y pases mientras que aquel que se defiende, que lucha por su vida y utiliza sus armas contra su oponente se califica de mal toro, de mala bestia, de animal asesino.

El toro de raza Brava, que tanto defienden los taurómacos que disfruta de una vida llena de placeres solo por que detrás está esa fiesta maldita que lo conduce a la muerte, en su comportamiento animal, lo razonable es que se defienda, que luche por su vida y arremeta no contra la burla del capote, sino contra el que tanto daño le esta causando, el hombre.

Así lo ha entendido nuestro ministro Wert, que ante la adversidad dice crecerse como el toro en la plaza, solo que el va por la persona, obvia el capote y apunta al cuerpo de la sociedad.

Poca nobleza demuestra. No pretenderá que el público lo indulte tras ese mal comportamiento. Un toro así, alejado de la "nobleza" que se le supone a su raza, solo merece la muerte rápida a manos del maestro.

Ayer, día de la constitución los que con impunidad la violan a diario, verdaderos artistas de pasar bajo su capote la voluntad del pueblo, celebraron el cumpleaños de nuestra carta magna, ley de leyes rota por nuestra clase política.

Poco que celebrar cuando los derechos fundamentales declarados  ya no son considerados tales sino privilegios.

Poco que celebrar cuando el marco constitucional permite aberraciones como las que día tras día vemos legislar, que en lugar de mejorar nuestro marco de convivencia, lo ensucia, lo estropea, lo deshace, reformando lo que esta bien y construyendo leyes que atacan al pueblo y a sus derechos, rompiendo la igualdad, favoreciendo al rico, generando una sociedad de clases, de ricos y de pobres, obviando el maltrato y la singularidad del que se siente distinto, luchando por cumplir con la Santa Madre Iglesia en un país que constitucionalmente es laico...

Una ley de leyes modificable al antojo de los gobernantes que ya no nos ofrece protección contra el gobierno por decreto y que violenta las mas esenciales normas democráticas, que mantiene como máximo representante del pueblo a un rey sin reino pero habituado a una vida de reyes, que cobija en sus tripas lo peor de la sinvergonzonería española, y lo que es peor, atendiendo necesidades que no son del pueblo, sino de los amos de la deuda, bancos y entidades crediticias que se comen nuestro tesoro, que rompen nuestro ámbito laboral  y que destruye, mas que construye, el poco empleo que queda en España.

Ahora, tras la modificación pactada entre PSOE Y PP en la anterior legislatura de forma casi traicionera, pocas fechas antes de entregar el gobierno al plebiscito popular, que todos sabían que daría el poder al PP, en la que se antepone la obligación del pago de la deuda al bienestar de los españoles, todos se felicitan de la "buena salud" de nuestra ley marco, aun cuando saben que ha pasado de ser la carta de derechos fundamentales a la carta de nuestras obligaciones irrenunciables.

Los destrozavidas que re-redactaron el articulado para permitir la infundia, estarán celebrando su "buena faena"

Mientras, siguen indultando ladrones y corruptos, violadores de las leyes que maltratan al ciudadano, siguen apareciendo casos de corrupción en todos los ayuntamientos de España, sean del signo que sean, en las diputaciones y en los gobiernos regionales, y como premio, en vez de pedir que le corten el rabo y las orejas a tanta bestia política que campa y se alimenta de nuestros votos, los aplaudimos, lo celebramos con un blanco pañuelo en alto y ni siquiera pedimos el cambio de tercio...

La ciudadanía, dando muestras de autentica nobleza, entra al capote, ayuda a que la faena sea vistosa y guste en ámbitos europeos, pensando quizás, que al final de la faena, llegara el merecido indulto. 

Detrás del indulto, salvo que al toro le quede fuerzas para reproducirse sobre lustrosas vacas y crear mas toritos sumisos, lo que le espera a la noble fiera es el matadero, no como al frustrado matador, indultado por las bestias corrida tras corrida, al que le espera fama y dinero...

Aprendamos de la autóctona raza toril de nuestros campos. Solo la fiereza, no la nobleza, lucha contra el torero, verdadero aprendiz de matarife.

Tanta nobleza, lleva a impregnar la imagen de España de esa pegajosa mancha del "spain is different" que tanto nos marco en épocas de la dictadura.

Hoy, seguimos siendo diferentes, subyugados por un poder cuasi dictatorial de los gobiernos que nosotros mismos ponemos al mando, bajo la amenaza cada día menos velada de una intervención militar en defensa de la unidad de España, de una intervención militar sin duda con la buena intención de volver a hacernos libres de la esclavitud de esta tontería que llamamos democracia...

Los políticos, parapetados detrás de unas leyes hechas por y para defender sus corruptelas, sabiéndose inmunes ante la ley, que en manos del ministro de turno los terminará indultando, si es que algún juez se atreve con ellos...

Nobleza obliga dicen...

El mas noble de los comportamientos es el de mantenerse en pie ante tanto despropósito, luchar contra la gradual pero siempre creciente injusticia, el abuso de poder y una constitución obsoleta y ajustada a los criterios de ladrones y abusadores.

Los toros están en las calles, a ver quien es el "artista" que se pone frente a tan salvajes bestias... Por quitarnos, nos han quitado hasta los burladeros... Ya solo nos queda mantenernos en el ruedo y cual Don Tancredo, aguantar firme el envite y ... "que no nos pase ná"

Buena faena la que nos están haciendo...

Jose Ramiro, bloguero