domingo, 7 de octubre de 2012

Oportunidad perdida



Hace ya años, creamos en España una institución que debía prevenir, evitar en lo posible y sancionar cuando correspondiera los abusos de los estamentos políticos sobre el ciudadano. La llamamos Oficina del Defensor del Pueblo.

Han pasado por su regencia diversas personas, todas de prestigiosa personalidad, que con mayor o menor tino, han ido atendiendo las denuncias ciudadanas e incluso actuando de oficio cuando el caso era tan flagrante que no hacia falta esperar la demanda popular, pero eso si, todos han cumplido con su función de defender al pueblo, que ese ha sido su cometido, de las “maldades del sistema”. 

Esta institución se deriva de una más antigua proveniente de Suecia, donde un comisionado o representante (Ombudsman, en sueco), y en su forma española El Defensor del Pueblo, se encarga de proteger los derechos recogidos en el articulo 1º de la constitución, aunque de hecho, y atendiendo las reclamaciones populares puede actuar en la vigilancia del cumplimiento de todo el articulado constitucional.

Actualmente, el puesto lo desempeña Soledad Becerril, que fuera política activa ya con UCD y que en las filas del Partido Popular ha desempeñado el puesto de Alcaldesa de Sevilla y durante mucho tiempo el de diputada de ese partido.

Si en algo se diferencia la actual regente de los anteriores es en su procedencia fuertemente política y de ligazón a su partido,  el Partido Popular, y su alta alcurnia, ya que ostenta el titulo de Marquesa de Salvatierra.

Difícilmente, desde su altura de miras se pueden ver los problemas del pueblo, ya que su mirada siempre estará muy por encima de las cabezas del populacho.

No hace muchos días aun, acuso a las gentes del Sindicato Andaluz de Trabajadores de "maltratadores" cuando en un simbólico acto "asaltaron" una conocida cadena de supermercados para sacar alimentos y productos básicos para la supervivencia. 

Viene este comentario a raíz de la declaración de la Marquesa de la posibilidad de que este estamento público pueda actuar de oficio contra el juez Ferraz.

¿Actuar de oficio? ¿Para defender a quién?

O no ha entendido cual es su verdadera función, o ha malinterpretado sus deberes y obligaciones.

¿Por qué no actúa de oficio contra los recortes? 

¿Por qué no defiende al pueblo español de los abusos continuados y de  las mentiras del gobierno? 

¿Por qué no insta al gobierno a mantener ayudas a los más desamparados? 

¿Por qué…?

Es evidente que su cercanía a los postulados populares hace que esto sea imposible. 

Extraño sería que saliese al paso del maltrato policial a los manifestantes, o en persecución de los corruptos que han vaciado las arcas estatales.

Desgraciadamente, esta actitud de amparo de sus iguales que constantemente se percibe en los actos y en los razonamientos de estos pseudo fascistas es tan habitual ya, que casi nunca se convierte en noticia.

Recuerdo como Rajoy defendió a Camps hasta el ultimo momento, como amparan las corruptelas de la gente de su partido, como las justifican y como eso, incomprensiblemente, les da votos en las urnas.

Más de lo mismo. 

Frente común ante lo que ellos llaman un “ataque a las instituciones del estado” y que no es más que el hastío del pueblo, su descontento, la desesperación del ciudadano, que ve, como simple espectador y no como participe activo de decisiones de tal envergadura, como se rompe España, como nos hipotecan por generaciones, como se enriquecen a nuestra costa mientras nos roban todos los derechos conseguidos con sangre, sudor y lagrimas, como las leyes retornan al pasado, y como los "señoritos" de su alta sociedad se van haciendo con todas las facetas del poder.

Se van ubicando en los puestos clave de la sociedad, controlan las instituciones, los medios, las agencias de información, los bancos, las grandes empresas y coartan los derechos de los trabajadores, los esclavizan con el miedo a perder su precario empleo, facilitan el despido y cargan impositivamente contra los que menos tienen, encarecen la vida y niegan los derechos, retiran las ayudas y tachan a los pocos que la perciben de vagos, de gente que no trabaja porque no quiere, no porque no puede... 

Cínicos...

Después se quejan de la imagen que damos de la marca España...

¿Que pretenden que hagamos? 

Quizás buscan una vuelta atrás, que nos vistamos de faralaes y nos ganemos la vida actuando en las terrazas de los pocos bares y tascas que aun pueden sobrevivir de un turismo cada vez mas pobre, o en los tablaos pensados para impresionar al visitante con nuestro muy antiguo folklore.

Quizás, tengamos que lanzarnos al ruedo de la sangrienta aventura de convertirnos en toreros, o en bomberos toreros, para buscarnos el pan de cada día mientras demostramos la valentía y la hombría del pueblo español. 

Quizás les gusta ver las puertas de las iglesias de nuevo llenas de pedigüeños mendicando una limosna a las clases pudientes de misa dominical.

Quizás les gustaría "pintar" la bandera roja y gualda de nuevo con un aguilucho bicéfalo... 

No se si es lo que quieren, pero es la verdadera imagen de España, la imagen de una marca devaluada por chapuzas del poder, que vendidos a una Europa cada día menos social, hunden al país en la miseria, la pobreza, el hambre,... Y esperemos que quede ahí...

Si algo bueno tiene llegar a formar parte del estamento político de un país, es la posibilidad que te brinda de trabajar por el pueblo que con sus votos te ha dado esa oportunidad, de mejorar las vidas de tus conciudadanos, de velar por ellos y de legislar en favor de una mayor igualdad, de mayor justicia social, de beneficiar con tus actos y tus procederes a tus votantes…

En este caso, oportunidad perdida...

¡Lastima el daño irreversible que nos están haciendo...!

Jose Ramiro, bloguero.


¡Lastima el daño irreversible que nos están haciendo...!

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