jueves, 21 de noviembre de 2013

Pasando el ecuador...



Tradicionalmente, a mediación de carrera, los universitarios, siempre tan festivos, celebran “el paso del ecuador”.

Por asimilación, cuando se desarrolla un trabajo, una obra, una tarea, cuando la realización esta más o menos en el 50%, también decimos que estamos en el paso del ecuador de la misma.

El ecuador, es esa línea imaginaria que divide nuestro planeta en dos semiesferas imperfectas, ya que como todos sabemos, la Tierra es más una naranja que una pelota de golf.

Por encima y por debajo de esa línea, se encuentran otras dos que marcan los Trópicos, el de cáncer al norte y el de capricornio al sur, y mas alejadas, otras dos, al norte el circulo polar ártico y al sur el circulo polar antártico.

Las zonas delimitadas por los trópicos y sus correspondientes círculos polares son las más templadas del planeta, y la alternancia de inviernos y veranos dotan al clima de variables que hacen de ellas las más habitables del planeta.

La zona intertropical, delimitada por los trópicos y cortada por el ecuador, esta permanentemente expuesta a la mayor cantidad de radiación solar, debido al ángulo de inclinación del eje planetario, y eso hace que en ella se encuentres también las zonas más áridas del planeta, los grandes desiertos.

Por un capricho de la naturaleza, también se encuentran en esa zona grandes selvas y paraísos naturales, que, debido a los vientos frescos y húmedos provenientes de los grandes mares, recogen precipitaciones frecuentes, dando así forma a zonas de naturaleza desbordante en contraste con las grandes superficies donde solo hay desolación.

En estos días, celebramos, o al menos hay quien ha celebrado, el paso del ecuador de nuestro gobierno.

Han conseguido pasar la mitad de la legislatura y aquí seguimos.

Nos han hecho viajar con ellos a un viaje casi sin retorno, llevándonos de la cómoda zona templada en la que nos hallábamos hacia una zona desértica, ellos en grandes y robustos todo-terrenos, los demás, como podemos…

Han roto el estado del bienestar; se han cargado la cultura, la educación, las pensiones, el mundo laboral, la dependencia, la sanidad, las energías renovables y se van a cargar la ley del aborto al que comparan con los crímenes del terrorismo de ETA; critican el matrimonio entre personas del mismo sexo dando amparo a los teólogos mas extremistas y dan cancha a quien quiere mujeres sumisas; huyen de la memoria histórica, nos llevan a un pasado de padre nuestro y ave maría purísima antes de iniciar las clases; endeudan al país para favorecer a los que viven en un paraíso tropical, lanzan a la intemperie a los mismos que antes han lanzado al paro; expropian viviendas y se las regalan al “banco malo”, que después las vende a precio de saldo a fondos de inversión que tributan a un ridículo 1 %; instauran un estado policial donde restringen incluso el derecho a protestar; legislan a golpe de decreto y de mayorías (sus mayorías) mientras hacen oídos sordos a las demandas de los ciudadanos; imponen revalidas como filtro separador de unos y otros, encarecen las universidades para descartar al hijo del obrero y delimitan quien pertenecerá en el futuro a la clase dirigente y quien a la obrera; se cargan las becas e imposibilitan el acceso a la justicia a los no pudientes; imponen subvenciones a los centros educativos que desigualan niños y niñas, favorecen a la iglesia y huyen del laicismo que se consagra en nuestra constitución; elevan a patrimonio inmaterial la sangrienta fiesta de los toros y hacen leyes a medidas de los grandes magnates; protegen a los suyos y viven dentro de la corrupción, manipulan a jueces y fiscales, compran opinión, mienten y vuelven a mentir, roban y vuelven a robar, rompen el país en trocitos comunitarios, niegan la mayor de los muertos del franquismo, justifican la dictadura, promueven la separación de clases, se enriquecen y nos empobrecen.

Unos lo hacen, otros lo consienten.

Si, han pasado el ecuador.

Ahora les queda solo el 50% de las tareas que tienen en su proyecto de gobierno.

Mejor no pensar que parte del 100% les queda por realizar.

Camino hacia el desierto. Camino sin retorno. Aquí no hay vida ni llueve maná del cielo.

Ojala, dentro de unos años (que ya veo que no somos capaces de quitarlos hasta que llegue el momento de refrendar en las urnas tanto despropósito), los votos los castiguen.

Sé, que la justicia no lo hará.
Sé, que la alternativa no esta clara.
Sé, que no hay hoy un partido político que pueda luchar contra ellos.

De momento, busquemos refugio. Lo que queda por llegar no será mejor.

Bien nos podían haber llevado a una zona de exuberante vida, y no hacia la muerte por inanición que nos espera en este desierto.

Buena fiesta la que se han montado…

Jose Ramiro, Bloguero

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