sábado, 29 de noviembre de 2014

Los bancos del hambre



En estas fechas, las ong’s acaparan las puertas de las grandes superficies para llenar cajas y cajas del limosneo de los españoles.

El objetivo no es otro que el de garantizar unas mínimas fiestas navideñas (aunque sea con un plato de lentejas aguadas) a los desamparados por el estado del bienestar 750.000 familias sin ningún tipo de ingresos en nuestro país, muchas de ellas, ciudadanos de la calle, durmientes de cajeros automáticos y de colchones de cartón de embalaje.

Los medios de comunicación dedican minutos en sus informativos a elogiar la enorme solidaridad del pueblo español, el enorme corazón que late bajo nuestros ropajes de ciudadanos ejemplares.

Hasta la publicidad (Loterías del Estado) se parapeta tras la irreal bondad de la gente y nos muestra a un pobre hombre emocionado cuando un camarero de los antiguos le hace entrega de un décimo premiado… Digo de los antiguos, por que se ve que si fuera mas actual tendría alguna carrera universitaria terminada (la hostelería es una de las “industrias” que promociona nuestro gobierno con mas ímpetu y es de las pocas salidas dignas para nuestros universitarios si no quieren migrar a otros países en busca del sustento) y no habría elegido elejir en vez de elegir para el menú del día.

Nuestros políticos, manchados por el enriquecimiento ilícito de muchos de ellos y del encubrimiento por parte de sus partidos, hablan en los debates de la magnifica solidaridad del pueblo (que ayuda a mantener sus bolsillos llenos) mientras algunos se muestran estupefactos (el director de La Razón es uno de los que siempre se muestra estupefacto sea lo que sea de lo que se hable, salvo que el discurso oído sea una loa al buen gobierno de Mariano “el rápido”) en las discusiones sobre si podemos… o no podemos.

Lo cierto, es que, esos políticos, que se muestran como seres angelicales, revestidos de, probablemente, falsa honestidad y que se reprochan unos a otros lo mal que lo hizo el anterior y el anterior del anterior, que arguyen permanentemente el manido “y tu mas”, fueron los que dieron forma a la prioridad del pago de la deuda y sus intereses por encima de cualquier bien social (Art. 135.3 de la Constitución Española) y son esos mismos políticos los artífices del monumental rescate bancario que nos condena a vivir en un retroceso del estado del bienestar muy por encima de nuestras posibilidades. Todo gracias a nuestra solidaridad, y de la de nuestros descendientes por un tiempo probablemente muy largo

Los números más optimistas hablan de un coste real del rescate bancario que oscilaría entre 84.000 y 100.000 millones de Euros

Si esta descabellada cifra se repartiera entre esas familias “sin nada” les tocarían mas de 100.000.-€ a cada una de ellas, y si el reparto se hiciese entre los más de 4.000.000 de parados, les tocaría más de 20.000.-€ a cada uno.

La magia de dividir…

Eso si seria solidaridad.

Ya sé que estos repartos son utópicos, pero si solo una parte del rescate se hubiese dedicado a rescatar a los que de verdad lo necesitaban, estaríamos hablando de otro país, no de España.

Se mantiene el número de desahucios y la Banca engorda sus activos con más y más ladrillos.

El Estado, supuestamente protector de los ciudadanos, facilita a los desahuciados otras viviendas en régimen de alquiler social mientras el bien desahuciado se subasta en el mercado de ocasión de las inmobiliarias bancarias. Y me pregunto yo… ¿no seria más solidario obligar al banco a reestructurar, aun temporalmente, los importes de las hipotecas y adaptarlos “socialmente” a lo que realmente pueden pagar esas familias?

Otra utopía…

En cualquier caso, lo que demuestran estos pequeños ejercicios matemáticos, y estas elucubraciones es que si se quiere…

Se puede.

Jose Ramiro, Bloguero

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