miércoles, 24 de diciembre de 2014

Perder el norte


La tierra, en su larga vida, ha mantenido siempre una especie de escudo energético, un campo magnético, que toma su fuerza de la lucha entre el núcleo de hierro sólido y del mar de hierro liquido que lo rodea en el centro del planeta.


Afortunadamente persiste, a pesar de que en los muchos siglos de existencia va fluctuando en cuanto a su potencia, ya que es el encargado de desviar la constante lluvia de partículas cargadas que intentan bombardearnos desde el universo, y muy especialmente las que desde nuestra estrella se envían cada vez que hay una tormenta solar.


Como buen campo magnético, es dipolar, y tiene sus dos correspondientes polos, el norte y el sur, que graciosamente no son coincidentes con los polos geográficos de nuestro  mundo (en realidad el polo norte magnético está al sur del planeta, pero por convencionalismo y para no producir errores se designan al revés para que sean coincidentes con los marcados en los mapas, que se refieren a los geográficos, no a los magnéticos)  y a lo largo de los años se van moviendo de forma cíclica hasta llegar a invertirse, cosa que denota la polaridad de los elementos magnetizables de los distintos estratos de la corteza terrestre.  Desde hace ya muchos años los científicos conocen esta peculiaridad.

La primera vez que conocimos su posición exacta fue gracias a James Ross, que lo encontró allá por 1831. Posteriormente a esta fecha, nadie intentó llegar de nuevo a él hasta el siguiente siglo, en 1904, y se topó con la sorpresa de que no estaba allí donde lo había encontrado el buen Ross. Amundsen, que fue aquel viajero, pudo comprobar que se había desplazado unos 50 kilómetros desde la datación anterior.

Actualmente, se calcula que el polo norte se está moviendo a una velocidad de entre 10 y 40 kilómetros por año por tierras canadienses en dirección a Siberia, por lo que en pocas décadas es previsible que abandone temporalmente las tierras norteamericanas.

Por eso, cada vez que lo encontramos, al poco lo perdemos.

Es como lo que le pasa a mucha gente… que pierden el norte…

Cuando votamos, creemos que lo hemos encontrado, y al poco nos damos cuenta que otra vez lo hemos perdido…

Un fiscal anticorrupción que defiende a una infanta corrupta, un partido que tiene que ser expulsado de una causa contra un corrupto por actuar como defensa, un presidente del gobierno que solo gobierna para los poderosos y confía plenamente en todos los que posteriormente se descubre que se lo están llevando crudo, un ministro de interior que legisla contra las libertades del pueblo y persigue a los sin nada, que pone rejas al campo para que no nos entren “ilegales”, unos presidentes autonómicos que se corrompen o dan cobijo a corruptos, un ministro de economía que vende la burra de  que España es el motor de Europa, un ministerio de sanidad que privatiza el sistema y niega tratamientos a enfermos que morirán sin los mismos, un ministerio de hacienda que perdona a los que defraudan, un ministro de industria que se somete a los intereses de las petroleras, el banco malo y los bancos malísimos, los que se pliegan a intereses ultranacionales, los que se olvidan de los intereses nacionales, los que salvan ladrillos y derrumban familias, los que venden lo publico, los que no ven la pobreza infantil y si la obesidad, los que limosnean  en las iglesias y roban fuera de ellas, los pedófilos, los violentos, los que no ven a la mujer como igual, los empresarios con beneficios que no reparten, los políticos en general, los policías que solo padece cuando van de paisano, los que ven en el color de piel diferencias, los que desprecian al colectivo LGBT, los que se escudan en el “y tu más”, los que cortan cabezas de rehenes y los que bombardean niños, los que secuestran, los que torturan, los violentos físicos y también los psíquicos, los que desahucian a las personas, los que se enriquecen con la pobreza de otros, los que justifican estas atrocidades, todos estos y algunos más, …han perdido el norte.

Otros, lo encuentran siempre que lo buscan.

Las ong’s que luchan contra el ébola, la enfermedad y las injusticias, Caritas, Cruz Roja, los que mantiene comedores sociales, los que paralizan los desahucios, los que protestan ante la injusticia, los indignados, los enfermos que reclaman sus tratamientos, los antiviolencia, los que cumplen con sus obligaciones fiscales, los que no discriminan y no justifican la discriminación, la buena gente de la que está el país lleno, los que confían en un mejor futuro, los que lo pelean, los que no se someten, los que protestan, los que ayudan con lo que pueden y a veces con lo que no pueden, los que participan, los que acogen, los que salvan vidas aun arriesgando la suya, los que informan de verdad, los que no manipulan, los que se arman con la palabraa y no con las pistolas, los que defienden derechos y no los destruyen, los que colaboran, estos y muchos otros, …estos saben donde está, no lo pierden de vista ni un momento…

Es de agradecer…

Estos últimos son los que nos sirven de brújula, los que se empecinan en marcar el norte, los que nos marcan la dirección en la que movernos… sin perderlo de vista.

Estos son los que deberían gobernar (gestionar) el país…
 
Jose Ramiro, bloguero

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