miércoles, 25 de abril de 2012

Los Monos...abios del Gobierno de España

El Gobierno, ciego, sordo y mudo a las críticas nacionales e internacionales, defiende los Presupuestos de la recesión
Los Mono...sabios de Rajoy

EL Gobierno de la derecha está protagonizando ante el Congreso una mala comedia, intentando explicar unos Presupuestos Generales presentados tarde y de mala manera y en cuya bondad no cree ni el propio Gobierno, que los ha corregido en dos ocasiones antes de aprobarlos definitivamente, añadiendo más recortes a los ajustes salvajes que incorporaban de fábrica las cuentas del PP.

Desoyendo las advertencias que, desde la izquierda en España, desde todos los ángulos en Europa, claman porque España module los ajustes para no estrangular irremediablemente la economía nacional y las posibilidades de reactivación, el Ejecutivo insiste en su discurso de dureza.  Por lo demás, ni un anuncio interesante, ni un argumento relevante. La intervención del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha sido más de lo mismo: “esto es lo que hay” y la culpa, “de Zapatero”

El que los presupuestos no sirven para sacar a España de la recesión sino para agravarla, es algo reconocido por sus propios autores en diferentes ocasiones. Hoy mismo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha subrayado que “no le extraña” que España haya entrado en recesión. Para terminar de caldear el ánimo de los ciudadanos, ha recordado que su Gobierno espera una caída mucho mayor a lo largo del año de la actividad económica que la ya refrendada por el Banco de España.

Sin salirse del papel de espectador impotente de la crisis que asola España, Rajoy se ha limitado a constatar una obviedad: nuestro país está en una situación "muy difícil".  Evidentemente, no se sabe si con su ayuda o con su lastre, el Jefe del Ejecutivo se ha mostrado convencido de que "al final" España saldrá "adelante", pero ha insistido en que ahora hay que tomar decisiones "en la línea" de las que está adoptado su Gobierno, sin ofrecer mayores argumentos.

Ya en el discurso parlamentario, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha defendido este martes las cuentas "austeras, difíciles y realistas" que ha aprobado el Gobierno para el año 2012 con el objetivo de reducir el déficit y recuperar la confianza en el país. Aunque, tras tantos nuevos recortes, al final no se sabía muy bien qué estaba defendiendo el ministro, si las cuentas iniciales, si las corregidas en nuevos recortes, o las aumentadas con los últimos hachazos en Educación y Sanidad.

Montoro, de frágil memoria, olvidando sus recurrentes viajes a Londres para desprestigiar las cuentas y las posiciones del Gobierno español ante ‘los mercados’  a los que Montoro siempre daba la razón de opositor, y les concede lo que quieran como gobernante, ha utilizado el argumento definitivo de la derecha: la culpa de estos presupuestos es de José Luis Rodríguez Zapatero y ellos no tienen más demoler el Estado del Bienestar, porque es “lo mejor” para todos.

En un acto de voluntarismo o de prestidigitación, Montoro, sin explicar cómo la profundización de la recesión económica que estas cuentas provocarán van a suponer igualmente la salida de la crisis, ha asegurado, en un acto de fé que envidiaría el católico más fervoroso, que estas cuentas   abren la puerta a la resolución de los problemas que sufren los españoles. "Pretenden ser un instrumento eficaz de lucha contra la crisis", ha aseverado.

Una vez más, Montoro ha enmendado la plana a todas las autoridades económicas, nacionales e internacionales, Premios Nobel incluidos, que, ausentes del virus ultraliberal que infecta algunas mentes, abogan por acompasar ajustes de déficit con medidas de reactivación.  En este sentido, el ministro ha considerado "inconveniente" plantear ahora un debate sobre la relajación de los objetivos de déficit porque se hace un "flaco favor" al país, ya que el principal problema de España es el endeudamiento externo y no se puede salir de la crisis gastando más como defienden algunos. "Es lo que nos está estrangulando", ha dicho.

Por otro lado, Montoro, quién le ha visto y quién le ve, ha aprovechado su intervención para pedir a los grupos “responsabilidad”, ya que no es el momento de plantear debates que reduzcan la magnitud del problema ni de plantear soluciones aisladas o políticas "de luces cortas" contra la crisis.

Según el titular de la cartera de Hacienda, restaurar la confianza "es la clave", motivo por el que las cuentas están flanqueadas por reformas también "claves" que impactarán en la consecución de los objetivos de déficit y ayudarán a recuperar el crecimiento y el empleo. No obstante, los entrañables mercados, tan adorados siempre por Montoro, están teniendo a bien contestar las cuentas del ministro, situando el diferencial de deuda a niveles que, si Montoro estuviese en la oposición le habrían obligado a exigir el extrañamiento  o la cárcel para el responsable ministerial de turno. De igual modo, la Bolsa ya está en caída continua, a niveles de hace casi diez años.

Leido en www.diarioprogresiste.es

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