miércoles, 30 de mayo de 2012

Cansado de estar cansado, ya me cansé


Cansado de criticar a los políticos de este país, decidí hace unos días darme una pausa.

Hoy, después de enfrentarme a la realidad que estamos viviendo no puedo seguir parado, esperando que esto pase.

La situación es socialmente insostenible. Un banco quebrado al que tenemos que inyectar 23.500.000.000,00.-€ que no tenemos. No sabemos cuando esto ocurra cuantos bancos más van a necesitar fondos para salvarse.

Europa exige la subida del IVA, ese injusto impuesto que ataca por igual a los más pobres que a los más ricos y pide (estoy seguro que le harán caso) que se eliminen las cláusulas de revisión salarial de los convenios.

Despido prácticamente libre y contratos sin derecho a indemnización.

Revisiones contractuales unilaterales por parte de las empresas.

Hay carteles puestos en algunas consultas advirtiendo que si no eres poseedor de tarjeta sanitaria, o pagas, por anticipado, o no te atienden. Los más necesitados, abandonados.

Justicia podrida, jueces vividores a nuestra costa, que se pagan banquete y viajes con ocho escoltas para cenar con su amante de turno.

Jueces que resuelven en tiempo récord asuntos relacionados con otros jueces.

Juicios eternos y causas que duran años y en muchos casos ridículas causas que duran años.

Ladronzuelos que salen penados y grandes ladrones de guante blanco que salen libres…

El paro sigue subiendo, como la Prima de Riesgo, mientras la bolsa se dirige a una hecatombe. Los bancos, los más perjudicados.

Es mentira, los más perjudicados los ciudadanos, ya que todas las medidas que se adoptan van contra la ciudadanía, no contra los verdaderamente culpables de la situación en la que vivimos.

Miguel Ángel Fernández Ordóñez pide hablar en el Congreso y recibe ordenes expresas (así lo ha dicho) del PP para callar. El PSOE tarda 2 semanas en pedir una comisión de investigación sobre Bankia, e incluso en algún momento se alinea con el PP en ese asunto. ¡Que tendrán que esconder estos malvados.!

Los ejecutivos de los bancos se siguen alejando de sus puestos de… ¿trabajo? … con pensiones multimillonarias, mientras las entidades que han dejado en la ruina siguen desahuciando a personas trabajadoras y honradas, que sumidas en una situación provocada por el desgobierno del país, no pueden hacer frente a sus hipotecas, firmadas muchas veces con cláusulas usureras e injustas. Los bancos no están quitándole las casas que no pueden pagar, les están quitando la vida.

Tanta injusticia me deprime, me exalta el ánimo, me anima a protestar, a insultar, todo fruto de la desesperación que da el no poder hacer nada.

La mayoría absoluta de este gobierno impide cualquier acción. No es posible ni siquiera una moción de censura. Votarían en contra y no serviría para nada.

Democráticamente, el país esta muerto, y solo resucitaría con la dimisión de los ineptos que nos gobiernan.

Hace falta una renovación democrática profunda, que elimine lo antiguo, que de paso a la utopia de que todo es posible.

Si hay que salir del Euro, salgamos. Si hay que abandonar Europa, abandonemos. Si de nuevo, como en los tiempos de Franco Europa debe empezar en los pirineos, pues que empiece. De hecho, ya es así.

Pronto, muy pronto vamos a pasar a estar intervenidos por Europa, probablemente de forma encubierta, pero intervenidos. Si desde la posición de socios estamos como estamos, no quiero pensar que será esto cuando seamos solo súbditos.

Este desastre tiene responsables, y no hablo del Gobierno actual, que mal lo están haciendo, pero que ciertamente se ha encontrado con una situación que, aun no reconociéndolo ni ellos mismos, es mundial, no de España. Tampoco hablo de Zapatero, que en su ineptitud, al menos daba la cara y mantenía el tipo alto. Ni siquiera hablo de Aznar, provocador del crecimiento desmesurado de la burbuja inmobiliaria que hoy tiene presa a la banca con esa excesiva carga de activos tóxicos.

No. No hablo de ninguno de ellos. Hablo de todos. Por provocar esta situación. Por no pararla a tiempo. Por enriquecerse ilícitamente ellos y sus amigos. Por despreciar al pueblo que los ha votado. Por su maldad y su falta de escrúpulos. Por maltratar sin ningún pudor a los que menos tienen. Por condenar al país a la incultura. Por abandonar un estado de bienestar. Por anteponer la salvación de negocios mal gestionados al bien de la ciudadanía.

La indignación me puede.

Nunca antes había pensado con tanta fuerza que esto se merece una revolución, pacifica, si, pero revolución.

Tenemos que pedir que se vayan, Los del gobierno que no gobiernan y los de la oposición que no se opone. Necesitamos gente nueva. Gente que realmente comprenda, no ya lo que pasa en los mercados, sino lo que pasa en el mercado donde intentamos comprar alimentos y donde hay gente que hace tiempo ya no puede ir.

Tenemos que pedirlo a gritos, en la calle, en las redes, en los trabajos, manifestándonos, en las caceroladas, en los bares, en las reuniones de amigos, …

Tenemos que conseguir que se vayan. Todos y cada uno de ellos.

Necesitamos gente que sepa distinguir lo importante de lo menos importante, que sepan mirar a través de los árboles y ver el bosque de personas que claman por un cambio ¡ya!

No es radicalidad, es la consecuencia de lo que ocurre a mi alrededor.

Corrupción, desgobierno, desidia, obscurantismo, gasto innecesario, ricos mas ricos, pobres mas pobres, indemnizaciones injustas, salarios infrahumanos, jubilación tardía, jóvenes en el paro, un estado cada vez más policial, injusticia,  … Ninguna esperanza…

José Ramiro, bloguero

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta, critica, difiere, discute. Abierto a todo.