viernes, 1 de junio de 2012

La “energía oscura”


La “energía oscura”

España, tradicionalmente, ha vivido con una fuerza motriz que nunca ha estado basada en la industria, sector absolutamente secundario en nuestra economía, como lo demuestra que el “pinchazo” de la burbuja inmobiliaria haya disparado las cifras de desempleo a porcentajes elevadísimos.

Hoy, el turismo, que ha sido nuestro “modus vivendi”, junto con el ladrillo, durante décadas, también merma sus cifras. El caos económico que revuelve el mundo hace que la gente viaje menos. Se puede ver en las cifras de ocupación hotelera y en las previsiones para la temporada alta.

¿Por qué el país no colapsa, con cifras de paro escandalosas, que suponen que algo más de uno de cada cuatro españoles no trabaja?. ¿Por qué, si hay multitud de familias en las que todos sus miembros están en paro, no hay una verdadera revolución? ¿Qué hace que España sea un país relativamente tranquilo socialmente?

Si analizamos con detalle la situación actual, hay cosas que no están claras.

Es verdad, que la gente, en términos generales lo esta pasando mal. Es verdad que no se pega un ladrillo y que el turismo ha bajado. Es verdad que las medidas coercitivas con respecto al consumo aplicadas por el gobierno no favorecen el movimiento económico.

Sin embargo, proliferan los bares de copas, los restaurantes, las zonas de ocio, los desplazamientos masivos durante los puentes vacacionales…El Rocío mueve a medio millón de personas, las ferias se llenan, la Semana Santa mueve a media España…
Suben un impuesto como el IRPF y todo sigue funcionando, con caídas inferiores a las esperadas…

¿Como es posible en un momento económico como el que vivimos?

Hay un motor económico, desconocido, oculto que hace que el país siga en marcha. Es la economía sumergida.

Cientos de familias viven de ella. Trabajan en puestos no declarados.

En ese submundo oculto, no hay contratos, ni convenios, ni se pagan impuestos. No existe la seguridad laboral y no penetran en el los sindicatos. Los convenios no existen y si las conveniencias de las empresas irregulares. Se bordea el esclavismo con jornadas maratonianas a cambio de algunos euros. Se trabaja a destajo con semanas de siete días. No hay centros de trabajo declarados. Las producciones se blanquean en un país donde la pregunta de ¿Con IVA o sin IVA? Es casi de rutina en una gran mayoría de negocios y donde los grandes mercaderes se nutren de esa mano de obra barata y oscura.

Ese es el gran motor económico que hoy sustenta el país.

Si desde los entes gobernantes se persiguiera de verdad esta economía sumergida, probablemente afloraría tal cantidad de dinero que la crisis seria de otros, no nuestra.

No podremos culpabilizar al trabajador sometido a estas estrategias de ocultación. De algo hay que comer. Pero si deberíamos perseguir a los “empresarios sumergidos”, que se aprovechan de esa mano de obra sin derechos para enriquecerse de forma ilícita.

Un sistema de inspección ágil y eficaz, sacaría a flote grandes capitales, y rebajaría la tensión de ”los mercados”.

A veces, pienso que el gobierno, sea el que sea, no tiene interés en destapar esta economía, ya que temen que desaparezca, y empeore la situación. Pero si se trajera a la luz esa fuerza motriz, terminaría en manos de empresas serias y decentes, se pagarían todos los impuestos y se generarían puestos de trabajo de acorde a una demanda, que de hecho sigue existiendo.

En vez de “indultos fiscales”, que no conseguirán “blanquear mas allá del 10% del dinero negro, habría que “fiscalizar la fuerza oscura”. Tendría esto un gran rendimiento económico para el país. Y sobre todo, normalizaría la situación laboral de muchos españoles que, vía necesidad, han terminado escondiéndose para trabajar y seguir viviendo.

Los trabajadores de esa economía no son culpables de nada. Es la situación y el carácter desalmado y delictivo de algunos (muchos) “empresarios” los que son culpables. Muy culpables.

José Ramiro, bloguero

2 comentarios:

  1. De acuerdo, la economía sumergida es mucha, ¿ pero quién es el guapo, que, por ejemplo, al pintar su casa exije factura con IVA? Todos tenemos que concienciarnos, ya está claro que los empresarios defraudadores tienen que ser perseguidos, pero también tenemos que cambiar nuestra propia "cultura" personal sobre eso

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    1. Es cierto que es un problema de conciencia. En los Países Nórdicos, donde la conciencia ciudadana es muy alta, no se plantean evadir impuestos, y los mismos ciudadanos son los delatores de los defraudadores. Conciencia y educación ciudadana.

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